El 6 de marzo 2016, el FC Barcelona de Luis Enrique ganó 0-4 al Eibar en Liga.
La jugada del 0-1 fue muy interesante.
Todo empieza por un saque de banda cerca del mediocampo.
En principio el Eibar tiene la situación controlada. Cierran las opciones de pases a Alves, este está contra la línea de banda, y Piqué, su única vía de escape, está vigilado.
Además, si intenta regatear a los dos jugadores contrarios, un tercero centrocampista cubre la espalda de sus compañeros.
Por lo tanto, en esta situación, a 40 metros de la portería eibarresa, es imposible pensar que el Barcelona vaya a marcar el 0-1 solo 10 segundos más tarde.
Pero tanto Alves como Busquets han leido la jugada. El mediocentro adelanta su posición para coger la espalda del centrocampista contrario. Alves se la da de manera perfecta y elimina a los dos adversarios con un solo pase.
El tercer eibarrés no llega a tiempo y los otros dos ya solo se concentran en Busquets. Todos se han olvidado de Messi. Entonces el 5 se la puede dar a un toque. La jugada parece un rondo en el cual cuentan un punto cada vez que se consigue pasar la pelota entre los dos defensas del centro.
Messi recibe pero decide no arrancar. Ya sabe lo que va a hacer. Fijaros como el contrario orienta su cuerpo. Tapa la salida de Messi hacia el interior. Le deja el espacio para arrancar en paralelo a la banda, en principio menos peligroso que hacia el centro.
Pero el argentino no va a correr. Pasa el balón hacia Suárez que ataca el espacio a la espalda de la defensa. Este la coge y da la asistencia a Munir al otro lado para abrir el marcador.
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