Martes por la noche ya sabremos. El Barcelona
quiere remontar el resultado adverso cosechado en Milan y ganarse el derecho a
continuar en la Liga de Campeones.
Si se consigue, el Barcelona conseguirá una
hazaña que le devolverá la sonrisa y nos arrancará un gran suspiro de alivio.
Y si los azulgranas quedan eliminados ?
La temporada ya habrá acabado. Muy pronto, a
principios de marzo.
Se antoja imposible perder la Liga. La Copa del
Rey se perdió la semana pasada contra el Real Madrid. Y la Champions se
cerraría en octavos de final. En los últimos cinco años los culés siempre
habían llegado a las semifinales. Un título de 3. Ya mucho más que la mayoría
de los contrarios. Pero suficiente para el todopoderoso Barça ? Echemos un
vistazo.
La supercopa de España tuvo 2 partidos muy
distintos. En la ida, el Barcelona fue muy superior al eterno rival. De no ser
por unos detalles, el trofeo se podría haber adjudicado después del primer
partido. Pero no fue así, y la primera mitad desastrosa para el equipo catalán en el Bernabéu sepultó todas
sus ilusiones. El trofeo se iba para Chamartín, pero el Barça había competido.
En la Liga,
la primera vuelta fue sencillamente increíble. 18 victorias y un empate,
frente al Real Madrid y sin defensa. Al principio los resultados llegaban sin
un juego exquisito, basado en un 4-2-2-2 novedoso. La suerte acompañó muchas
veces, con remontadas muy poco habituales en Can Barça, más acostumbrado a
dominar totalmente los partidos. Luego el sistema cambió, volviendo al 4-3-3 con
Iniesta de falso extremo izquierdo. Entonces se alcanzó un nivel tal que se
decía que hasta el Barça de Pep quedaba atrás. Más allá de comparaciones
dudosas, se veía que la Liga era pan comido para los culés. La Champions sería
la única forma de comprobar si el alumno había superado al maestro.
La fase de grupos de la Champions pasó sin
pena ni gloria, aparte de las dificultades, derrota incluida, con el Celtic de
Glasgow. Luego el sorteo asignó al Milan. Muchos pensaron que el rival
italiano, entonces en horas bajas, no supondría ningún problema. Y de repente
la realidad se chocó contra la dejadez blaugrana. Toca remontar un 2-0.
La copa del Rey fue un paseo hasta el Málaga.
Un partido de ida decepcionante y uno de vuelta espectacular en la Rosaleda sirvieron
para ganarse el derecho a enfrentarse al Madrid. En el Bernabéu el Barcelona
perdonó. En el Camp Nou no existió. Curiosa similitud con lo que ocurrió en la
Supercopa. Con la salvedad que la imagen ofrecida en la Copa fue pobre durante
el 1-3 definitivo.
Siempre se puede perder por detalles. El Pep
team había conseguido vencer al azar, a la suerte, y podía con todo. El Barça
actual pareció seguir los pasos del anterior, de manera distinta pero efectiva.
Y de repente el descalabro de principios
de 2013, coincidiendo con la ausencia de Tito, dejó en evidencia la cruel
realidad.
Ya no se trata vencer al azar. Se trata de
competir, de ser uno mismo, el equipo que lo ha ganado todo y ha dejado al
mundo boquiabierto. Ser fiel a su estilo, seguir jugando como se sabe, intentar
destrozar el contrario. Contra el Madrid en Copa y en Liga, contra el Milan en
San Siro, no fue el caso. En las últimas horas los propios jugadores lo están
reconociendo. Si esto sigue así, la temporada habrá acabado.
Y este equipo legendario también.
@busi1325
No hay comentarios:
Publicar un comentario