El Barcelona está llegando al final de su
Himalaya. Empezó y acabará con el Milan. De momento los resultados son malos,
con una competición perdida y otra muy comprometida. Antes de este último
partido a vida o muerte contra los italianos, toca enfrentarse al Real Club Deportivo de la
Coruña.
Contra el Depor los azulgranas no tienen nada
que ganar.
Se
enfrentan el primero y el último de la Liga. La victoria es imperativa para los
culés, otro resultado no se podría entender. Por mucho juego excelso que
practiquen, se dirá que contra los gallegos no significa nada, que el verdadero
partido es el martes en Liga de Campeones. Al contrario, si el Barcelona no
firma un partido espectacular, los malos augurios planearán sobre el Camp Nou :
“Están acabados. No lo conseguirán”. En definitiva, el partido de este sábado
no le puede traer nada bueno al equipo.
Contra el Milan los azulgranas no tienen nada
que perder.
Se da por hecho que ganar 3-0 a un equipo
italiano es altamente improbable. Se ve al Barcelona ya eliminado, y más
después de la mala imagen ofrecida contra el Real Madrid. Los jugadores son conscientes
que remontar sería una hazaña que se recordaría durante años. Pero no se espera
tal resultado. El Barcelona de Guardiola no está acostumbrado a las grandes
remontadas épicas, sino más bien a victorias cómodas conseguidas desde la más
absoluta superioridad.
Por lo tanto el equipo no tiene nada que
perder el martes. Lo único que se le pide es que practique su juego como lo
sabe hacer, sea fiel a su estilo y si no hay suerte que muera con las botas
puestas.
Todo lo contrario de los últimos partidos.
Tampoco les conviene salir acelerados. La pelota se tiene que mover rápidamente, el hombre libre tiene que aparecer entre líneas, los ataques se tendrán que mascar de un lado para acabar del otro. En resumen tocará volver a la esencia del Barça, el único juego que practican estos genios del balón. Si así se hace, nada se podrá reprochar: un 0-2 es demasiado difícil de remontar a estos niveles. Si se consigue, el equipo demostrará que sigue vivo y lanzará un mensaje a toda Europa. “Hemos vuelto. Os podéis echar a temblar.”
Tampoco les conviene salir acelerados. La pelota se tiene que mover rápidamente, el hombre libre tiene que aparecer entre líneas, los ataques se tendrán que mascar de un lado para acabar del otro. En resumen tocará volver a la esencia del Barça, el único juego que practican estos genios del balón. Si así se hace, nada se podrá reprochar: un 0-2 es demasiado difícil de remontar a estos niveles. Si se consigue, el equipo demostrará que sigue vivo y lanzará un mensaje a toda Europa. “Hemos vuelto. Os podéis echar a temblar.”
El Barcelona no tiene nada que perder. Que
juegue como sabe. Y el martes por la noche descubriremos si la temporada ya se ha
acabado.
@busi1325
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