viernes, 18 de enero de 2013

VV




Víctor Valdés lleva 20 años defendiendo la portería del Barça. La notica de esta semana es que dejará la portería del Camp Nou en el verano 2014. O a lo mejor este mismo mes de Junio. Ahora que está en el ojo del huracán, se escucha todo tipo de comentarios sobre su persona.

Sus inicios en la Masía fueron bastante caóticos. Entró, se fue por su propia voluntad y volvió. Chico torturado, el peso de ser el único jugador del equipo que no tiene derecho al error era demasiado para él. Incluso pensó en dejar el fútbol. Llamativo que mentalmente pareciera frágil entonces, ya que más adelante demostró tener carácter más que de sobra.

Con sólo 20 años fue portero del Barcelona en el Camp Nou. No le salió bien a la primera, pero tuvo el valor de enfrentarse a Van Gaal, un tipo no precisamente muy abierto a la discusión. Se acabaría imponiendo después de la marcha del holandés, en la temporada 2003-2004 bajo las órdenes de Rijkaard. Su calidad y carácter habían triunfado. Años después, Mourinho y el Real Madrid fueron quién sacaron a relucir con más brillo su temperamento.

Agarró al primero por el cuello después de la frustrante eliminación blaugrana ante el Inter del portugués. No soportó que aquél estuviera celebrando con exuberancia el pase a la final de Champions, y se lo hizo saber de aquella manera barriobajera. Un año después no dudó en intervenir en las bochornosas tanganas entra Barça y Real, especialmente la que involucró a Cristiano Ronaldo y el propio Pep Guardiola.

Volcán a punto de explotar en el campo, contrasta muchísimo con su actitud las pocas veces que se presenta en rueda de prensa. Se expresa con tranquilidad, pausa y claridad. Transmite una paz interior asombrosa.

Esa dualidad entre temperamento y tranquilidad se percibe también en su juego. Contra el Real Madrid en liga, regaló un gol a los blancos en el primer minuto de juego por culpa un mal pase. Cualquiera se habría hundido y jugaría todos los balones siguientes en largo por miedo a repetir el error. No Víctor. En un ejercicio de fuerza mental encomiable, siguió fiel al guión que marca el Barça. Jugó todo en corto, sin dudarlo. 

Su juego con los pies es un elemento fundamental en el equipo catalán, ya que participa como cualquier otro en la circulación del balón y la salida limpia del mismo. Otra característica suya son los uno contra uno. Por la defensa tan adelantada del Barcelona, las pocas ocasiones que suelen conceder son pérdidas de balón acabando con Valdés solo ante el peligro. Sus reflejos y su aguante de pie delante del delantero nos han dejado paradas memorables, y consecuentes victorias. Completa estas cualidades con una intensidad máxima en sus acciones, que le permite aventurarse fuera del área pequeña, puño por delante, para despejar balones largos lanzados a la espalda de los zagueros.

Ahora que se va, el Barcelona tiene que tener claro cuál son las cualidades que se adecuan al juego que práctica. Suena extraño que el estilo del equipo influencie el perfil del portero, pieza de por sí aislada. Pero en el Barça es uno más.




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